Una institución como nuestro Hospital, dedicada a la atención y cuidados de los niños, no puede dejar de reflexionar acerca de las implicancias teóricas que conlleva nuestro sistema de atención, cuando debemos abordar a una niña, niño, o adolescente con una discapacidad. Para habitar nuevas prácticas es necesario ampliar nuestra mirada. Estas reflexiones, basadas en mi amplia trayectoria, tienen la intención de colaborar en este sentido.