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Examinando Libros y Capítulos de Libro por Autor "Contin, Mabel I."
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Acceso Abierto Una aproximación a la historia de la arquitectura paisajista argentina(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 2000) Contin, Mabel I.En nuestro país nos debemos aún hoy la reflexión, el debate y el listado de nuestros jardines históricos. Este hecho tiene probable relación con el escaso desarrollo de la identidad regional en nuestros diseños, que suelen acudir de manera reiterativa y como resguardo a soluciones propias de otros medios y culturas. Por lo tanto, el conocimiento de nuestros antecedentes paisajistas no es sólo de orden académico sino principalmente de proyección y enlace de los mismos al futuro a partir de considerar a los jardines y sitios históricos, destinados al goce de la población, como referentes particulares del transcurso de las culturas. Ellos colaboran en la búsqueda de pautas que orienten los nuevos diseños paisajistas, para responder a las demandas variables de una sociedad compleja, con patrones de conducta en proceso de mutación. El nuevo paisajismo, ante el anacronismo y la carencia de modelos, enfrenta un desafío apasionante: dar respuesta al espacio abierto de la centuria que inicia el tercer milenio en un contexto signado por la escasez de recursos. La presente publicación intenta contribuir al conocimiento de una parte del desarrollo histórico de nuestro diseño del paisaje a través de los casos expuestos, de modo de sustentar la necesaria permanencia de los jardines y sitios históricos que nos restan como nexos inmediatos enriquecedores de las futuras creaciones del nuevo paisajismo regional. - Libro
Acceso Abierto El arte y la ciencia en el desarrollo del patrimonio paisajista(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 1999) Contin, Mabel I.El estudio de las diversas intervenciones de carácter paisajista suele desarrollarse de acuerdo a sus fines predominantes, a su pertenencia a distintos períodos temporales o a las innovaciones de diseño y tecnológicas que presentan. Este ordenamiento implica la preeminencia de distintos enfoques: de carácter artístico, tradicionalmente para el abordaje de los parques y jardines, o de corte científico, tal el caso de la reservas, embalses, etc. Si bien históricamente ha prevalecido la visión artística - escenográfica, aún sin desconocer la aplicación de los conocimientos técnicos que la permitían, las últimas tendencias en el diseño del paisaje han subrayado como sustento básico en el desarrollo de esta actividad los preceptos derivados de las ciencias básicas y las nuevas tecnologías. El concepto de desarrollo sustentable prevalece a toda escala de intervención. Distintos estudiosos han señalado esta trascendente y delicada relación entre el hecho artístico y su objeto de materialización: “El arte es quizá, al mismo tiempo, la 'expresión' más sensible y sensual del espíritu humano, y, como tal, está ligado a algo concreto fuera de sí, a una técnica, a un instrumento... ” (Hauser, 1969:143) “Se sostiene que cada arte tiene sus propias virtudes, determinadas por la naturaleza de sus herramientas y materiales, y que las facultades comprometidas por estas herramientas y materiales son tan diferentes que los productos no pueden ser convenientemente comparados (Read, 1994: 29). A esta indisoluble vinculación se suma como en toda manifestación del hombre, la referencia de manera consciente o inconsciente a su historia y cultura. Esta comprensión abarcadora de la actividad es descripta por Shodo Suzuki, uno de los profesionales paradigmáticos de la actualidad, del siguiente modo: ”Si observamos mi trabajo de un modo diferente, se evidencia que mi meta principal es tratar de combinar la ciencia moderna y las artes, en otras palabras busco explorar métodos de creación que sean compatibles con la edad moderna y conservar al mismo tiempo la tradición El medio que materializa el arte en la arquitectura paisajista es particular en esencia por ser el ambiente mismo y porque parte de él está constituido por elementos vivos. Este material compositivo que expresa el mensaje artístico le otorga a su vez características especiales y distintivas. El patrimonio paisajista es en consecuencia un referente muy especial del desarrollo de una sociedad, dado que en él se funden aspectos espirituales y materiales de la misma. Por lo tanto preservar la integridad física de nuestros objetos y contenedores culturales hace más comprensible su significado y facilita la proyección al futuro de la sociedad donde se encuentran. - Libro
Acceso Abierto Desarrollo sustentable del patrimonio rural(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 2002) Amarilla, Beatriz; Contin, Mabel I.; Conti, Alfredo Luis; Molinari, Graciela Alicia; Coletti, RenaldoComo el preservar el patrimonio cultural exige complejas acciones, entre las que se destacan una larga formación educativa y concientizadora de la población en general y la realización de ingentes inversiones, es necesario hallar un equilibrio que, en general, es de determinación extremadamente difícil. A "No hay futuro sin pasado" se contrapone "El futuro se hace hoy", lo que revela que se trata de un equilibrio entre diferentes generaciones que, obviamente, responden a distintas circunstancias y condiciones. En el caso del patrimonio rural, que en esta circunstancia es el que nos ocupa, el problema no es más sencillo. Hoy es muy importante el patrimonio rural bonaerense, contenido en las estancias que atesoran valiosos edificios, refinados jardines y parques, así como bellos paisajes. Unos y otros son el producto en el tiempo de la actividad desarrollada a partir de las instalaciones utilitarias (puestos, galpones, corrales, etc.). A través de estas últimas, que generalmente olvidamos que son parte esencial del patrimonio, se generaron los recursos para crear las primeras. Ellas caracterizaron una época y una estructura del país, permitiendo el desarrollo y moldeando a lo largo de cuatro siglos el paisaje que hoy conocemos. Ellas fueron las que crearon este elemento simbólico de la identidad bonaerense. Las acuciantes demandas creadas por la necesidad de su mantenimiento y operación, que ya no pueden ser satisfechas en razón de la merma en los márgenes de rendimiento de la actividad agraria, han inducido a una progresiva y espontánea apertura de esos establecimientos rurales al público. En oportunidades ello se produce sin un plan claro que lo sustente y sin un estudio económico seño que lo justifique. Se trata sólo de una primaria reacción directa a las demandas recreativas de los pobladores de los grandes centros urbanos cada vez más congestionados. Es pues importantísimo un estudio profundo, por una parte, de las demandas que plantea esa nueva modalidad turística, sus características y su potencial y, por otra, la evaluación del impacto que su acción tendrá sobre el delicado patrimonio rural. Ello con el fin de que la apertura de las estancias al público permita la dinamización del ámbito regional que las aloja, al tiempo que se creen actividades que generen efectos multiplicadores en ese ámbito social, económico y cultural, hoy sumamente deprimido. El análisis de la relación entre el patrimonio cultural y el turismo, producido a partir de la enorme expansión de la actividad turística en los últimos cincuenta años, ha sido tratado en una serie de reuniones internacionales que han dado lugar a diversas declaraciones y cartas. Ellas comienzan ya en 1967 con las Normas de Quito que recomiendan una planificación ajustada, que apunte al necesario equilibrio entre la explotación y la conservación de los bienes patrimoniales. En la década siguiente (1976) el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) aprobó su Carta de Turismo Cultural, la que ha sido remozada en 1999. En la misma se propugnan una serie de principios destinados a alcanzar una relación equilibrada entre la conservación del patrimonio cultural y su explotación turística. En 1980 la Organización Mundial del Turismo aprobó su Declaración de Manila, que recomienda la conservación de los lugares de valor histórico, religioso o cultural bajo toda circunstancia y ello como una responsabilidad fundamental del estado. Similares recomendaciones incluye la Carta de Desarrollo Turístico Sostenible, aprobada en un Congreso realizado al efecto en las islas Canarias en 1995. Ellas reafirman el concepto de sustentabilidad como proceso complejo que contempla la gestión global de los recursos a fin de asegurar su durabilidad, permitiendo conservar el capital patrimonial natural y cultural. Esas recomendaciones entienden además al turismo como potente herramienta de desarrollo, que debe contribuir activamente al planteo de una estrategia de desarrollo sustentable. Finalmente alientan una acción innovadora en lo cultural, tecnológico y profesional para crear, en una acción multidisciplinar conjunta, los necesarios instrumentos de planificación y de gestión. Todos los complejos procesos y fenómenos involucrados en las relaciones entre el patrimonio rural, el desarrollo sustentable y el turismo, que acabamos de exponer, demandan para su comprensión un estudio que supera el estrecho campo de cada una de las especialidades intervinientes, a fin de arribar a conclusiones válidas y a propuestas viables. He aquí la clave de porque es necesaria una amplia colaboración multidisciplinar. Se impone alcanzar un equilibrio entre la actividad turística deseada y la preservación del recurso, con el propósito de lograr un desarrollo sustentable que posibilite que su disfrute no sólo alcance a satisfacer la demanda actual sino también la de las futuras generaciones. - Libro
Acceso Abierto Diseño de un sistema de registro del patrimonio paisajístico, urbanístico y arquitectónico bonaerense(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 1996) Morosi, Julio A.; Amarilla, Beatriz; Contin, Mabel I.; Conti, Alfredo Luis; Coletti, Renaldo; Molinari, Graciela Alicia; Obregón, Rosana L.; Sánchez, OrlandoLos testimonios de la actividad de un pueblo y de un período histórico quedan plasmados en el ambiente en que la misma se desarrolla. Allí reconocemos la impronta de la imagen de la realidad que cada sociedad detenta. El conjunto de esos testimonios se atesora conformando el patrimonio cultural del país o la región de que se trate. Esa herencia es la que nos identifica y al tiempo nos diferencia de otros pueblos y de otros momentos. Por ello, se hace ineludible, como primer paso, conocerse o para emplear la expresión goetheana “aprender a conquistar lo heredado”, es decir, hacernos conscientes de nuestra identidad. Un segundo paso, paralelo al anterior, es diferenciarse, esto es, reconocer nuestra identidad entre las de los demás. La globalización, homogeneización y trivialización que sufre la humanidad como contrapartida de su crecimiento veloz y desordenado tornan de creciente complejidad el proceso de identificarse y diferenciarse, para todo pueblo. Surgen así desviaciones que se manifiestan, por ejemplo, en chauvinismo o xenofobia, en un extremo, o en mimetismo o esnobismo conformista, en el otro. Esta situación se complica aceleradamente, ya que el fenómeno descripto provoca el rápido deterioro y desaparición de los testimonios que integran el patrimonio, incrementando la dificultad del proceso de identificarse y diferenciarse. Ello nos arroja a un círculo vicioso característico de muchos ambientes culturales, que adquiere su máxima virulencia en las grandes ciudades del mundo. Los conceptos expuestos ponen de relieve de inmediato la importancia de registrar y evaluar, como primera tarea ineludible, los testimonios que dan fundamento al patrimonio heredado. También dejan en claro que la tarea de registro y evaluación se vincula, en el marco del complejísimo proceso de preservación de dicho patrimonio, a las diversas etapas incluidas en el citado proceso y a los variados aspectos que abarca el multifacético fenómeno que el mismo implica. - Libro
Acceso Abierto La estancia Luis Chico(2003) Morosi, Julio A.; Amarilla, Beatriz; Contin, Mabel I.; Conti, Alfredo Luis; Molinari, Graciela Alicia; Coletti, RenaldoEl trabajo que se presenta es la síntesis de un proyecto de investigación referido al turismo rural, basado en la necesidad de la explotación sustentable de los recursos patrimoniales. El caso de estudio, la estancia “Luis Chico”, en el Partido de Punta Indio, provincia de Buenos Aires, resulta propicio para un enfoque acorde a la visión más actual en el campo patrimonial. En efecto, concurren en el sitio algunos componentes patrimoniales que van desde el excepcional entorno natural hasta el paisaje cultural, representado por el parque diseñado por Charles Thays, los componentes arquitectónicos, que reflejan en su diversidad funcional, técnica y expresiva la complejidad de un establecimiento rural modelo, y los objetos diversos que incluyen desde los elementos de labor hasta la ornamentación escultórica y el mobiliario del parque. Junto a estos componentes materiales, cabe no olvidar los intangibles, expresados en el significado social y cultural de la estancia. Como otros casos en nuestro país, esta estancia pasó por un proceso paulatino de deterioro, tanto en su funcionamiento como en el estado de los diversos componentes físicos que la integran. Ante la crisis del sector rural, el turismo aparece entonces como una posible vía para el desarrollo y la conservación. El trabajo que aquí se presenta plantea una aproximación científica al problema de la gestión y el uso sustentable del patrimonio rural, acorde a las posturas teóricas y a los métodos propiciados desde el ICOMOS. - Libro
Acceso Abierto Nuestro patrimonio paisajista: los paisajes culturales(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 2001) Contin, Mabel I.Los paisajes culturales constituyen un tipo de patrimonio que nos atañe especialmente por el alto valor que alcanza en nuestra amplia diversidad geográfica y cultural. En 1992, el Comité de Patrimonio Mundial realiza una de las enmiendas más interesantes sobre la noción de paisajes culturales considerándolos como un particular tipo de sitio. Estos no son la mera combinación de patrimonio cultural y natural, sino que constituyen casos ejemplares de la interacción entre hombre y naturaleza. El paisaje es una importante expresión cultural no sólo en áreas donde las tradiciones artísticas han producido evidencias monumentales sustanciales, sino en todas las poblaciones del planeta, dado que ellas mantienen una larga y armoniosa relación con el ambiente natural, transformándolo y modelándolo en configuraciones específicas de la identidad particular. En 1995, el Comité de Ministros del Consejo Europeo adopta la recomendación relativa a la “Conservación de Sitios Culturales integrados a las Políticas del Paisaje ”, en cuyo artículo lº define: “Paisaje: expresión formal de las múltiples relaciones existentes en un período determinado entre el individuo o una sociedad y un espacio topográficamente definido, donde el aspecto resulta de la acción en el tiempo, de factores naturales y humanos y de sus combinaciones. El paisaje es considerado revistiendo una triple dimensión cultural porque: - Se define y caracteriza en la observación que un individuo o grupo social hace de un territorio dado. - Testimonia las relaciones pasadas y presentes de los individuos con su medio ambiente. - Concurre a la elaboración de culturas, sensibilidades, prácticas, creencias y tradiciones locales." El paisaje cultural como patrimonio construido es una unidad en la que se integran las actividades humanas y el medio natural estableciendo una interacción dinámica que se manifiesta en hechos y rasgos físicos, testimonios del transcurso de una sociedad sobre un determinado territorio. En consecuencia, el paisaje es un bien colectivo que mantiene la memoria de los grupos sociales, refleja la evolución social y cultural de las comunidades y constituye un elemento primordial en la identidad de los pueblos. Desde este contexto teórico, el presente seminario pretende contribuir a la elaboración de un campo teórico propio en el que concurran los antecedentes internacionales, el reconocimiento de nuestros paisajes culturales y las experiencias previas en la puesta en valor de nuestro patrimonio paisajista. Esta elaboración para el desarrollo y mejor aprovechamiento del legado cultural y natural de nuestro territorio se basa en: -Incentivar el conocimiento interdisciplinario del valor de nuestros paisajes culturales y contribuir al desarrollo de investigaciones que permitan identificamos desde una óptica integradora de los aspectos sociales, culturales, éticos, ecológicos y estéticos. -Favorecer la vinculación entre investigadores, becarios, profesionales, estudiantes, funcionarios y políticos que trabajen en áreas específicas y vinculadas al tema, a fin de reconocer un marco teórico que permita fundamentar un accionar planificado sobre esta parte de nuestro patrimonio. -Acentuar la prioridad del paisaje cultural en sus distintas escalas como testimonio, legado y especial componente de la identidad social. - Libro
Acceso Abierto Parque provincial Pereyra Iraola(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 1995) Morosi, Julio A.; Amarilla, Beatriz; Vitalone, Cristina; Contin, Mabel I.; Delgado, Arnoldo Oscar; Vásquez, Verónica; Coletti, Renaldo; Stornini, Alberto Juan; Molinari, Graciela AliciaTabla de contenidos: I- Introducción. II- El Parque Pereyra Iraola y su inserción en el contexto regional. III- Origen y evolución histórica. IV- Análisis y descripción de la situación actual. V- Aspectos paisajísticos. VI- Diagnóstico de la situación actual. VII- Definición de premisas para la intervención. VIII- Bibliografía. - Libro
Acceso Abierto El Patrimonio paisajista: aspectos sociales y ambientales(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 1998) Contin, Mabel I.El paisajismo suele vincularse de forma habitual o aún más confundirse con la disposición estética de material predominantemente vegetal, a los fines de producir un goce relacionado al derivado de las artes plásticas. Bajo este mismo enfoque suele considerarse al diseño paisajista como una de las manifestaciones artísticas desarrolladas por el hombre. El origen histórico del diseño del paisaje, asociado estrechamente a la satisfacción del goce de la realeza y las clases pudientes, quienes constituyeron sus principales comitentes así como los destinatarios de los mayores exponentes de fastuosidad en la materia, hace natural que se haya unido a esta disciplina de manera unívoca con los requerimientos provenientes de una parte exclusiva de la sociedad. Sin embargo, los conflictos sociales y ecológicos, agudizados históricamente como consecuencia de la Revolución Industrial, pusieron de relieve las funciones a cumplir por los espacios abiertos y el paisaje. El caos de la ciudad decimonónica, al igual que el estado crítico de nuestras ciudades, es un claro exponente de las crisis por las que atraviesan las sociedades. En el siglo XIX nace el parque urbano como un intento de dar respuesta a las precarias condiciones ambientales alcanzadas por las ciudades. La teoría del Mouvement Park de New York sustentaba su creación en cuatro argumentos esenciales: la salud pública, la moralidad de las personas, la trayectoria del movimiento romántico y el beneficio económico. Durante el siglo XX a estos fundamentos se sumaron aquellos provenientes del área educativa que orientaron la creación de parques temáticos. En la Argentina, quizás producto de nuestra breve historia, esta evolución se condensa y refleja, asimismo, la evolución del desarrollo del país. Mientras en la primer mitad del siglo la euforia de un proyecto de nación que alentaba posicionarse en los primeros lugares del mundo daba el fundamento a la creación de los principales parques de su territorio, en la segunda mitad de esta centuria los sucesivos problemas que la aquejaron no han permitido siquiera un correcto mantenimiento de los mismos. Como sabemos, las acciones sobre el paisaje y su valoración reflejan la concepción del entorno propia de cada cultura. Por lo tanto, su definición en una sociedad compleja con valores en mutación presenta importantes dificultades, del mismo modo que su tratamiento y preservación. Frente al milenio que se inicia los debates se suceden. Un solo concepto es indiscutible: el rol social y ecológico de la disciplina paisajista no obstante y pese a las dificultades de su efectiva aplicación. De forma paralela a la aparición de fenómenos sociales y físicos nuevos en nuestro país, como la creciente ola de violencia y la creación de barrios privados que sustentan entre sus mayores aportes justamente la seguridad y provisión de áreas verdes, debería acentuarse el rol social del Estado como proveedor de las necesidades básicas de sus habitantes. Nuevos parques destinados al conjunto de la población, en especial a los sectores más carenciados, que responden simultáneamente a la resolución de problemas ecológicos propios de las áreas donde se insertan, por ejemplo los desbordes de ríos, se han realizado en las últimas décadas en países cercanos como Brasil y México. El nuevo paisajismo no presenta ya líneas unívocas sino que se basa en la investigación de temas particulares en situaciones complejas, como en la convergencia del conocimiento proveniente de múltiples disciplinas. Los aportes sociales y ambientales de la disciplina paisajista son fundamentos básicos para su estudio con proyección al futuro. Por consiguiente, es objetivo del presente Seminario reforzar estas perspectivas, a partir de las conferencias de los destacados expositores que nos acompañarán, a fin de incrementar la comprensión, reflexión, difusión, actualización y aplicación de las mismas en este campo de estudio específico. - Libro
Acceso Abierto Patrimonio Paisajista: turismo y recreación(Laboratorio de Investigaciones del Territorio y el Ambiente (LINTA), 2001) Contin, Mabel I.El patrimonio paisajista posee un carácter especial que se ubica más allá de lo tangible y se vincula en ocasiones al mundo onírico, representado asiduamente en la búsqueda de diseños que emulen al paraíso, de acuerdo a las imágenes preestablecidas por cada cultura en distintos momentos históricos. Bajo esta visión, estos espacios abiertos destinados actualmente al solaz y esparcimiento de la población constituyen ámbitos únicos para el desarrollo de las actividades recreativas de la sociedad que los alberga. Asimismo, el carácter excepcional de algunos de ellos los ha convertido en referentes incontrastables de una civilización, como es el caso de la dinastía de los nazaríes y los jardines de la Alhambra en Granada, de la familia Medici y los jardines del Boboli en Florencia o el reinado de Luis XIV y el parque de Versailles, constituyéndose en atractivos turísticos internacionales. En nuestro medio, jardines y parques de estancia en el ámbito privado, plazas y parques urbanos en el espacio público y también el paisaje urbano y rural muestran, en numerosos casos, las diversas dificultades que presenta la preservación del patrimonio que en ellos se resguarda. A los problemas que aquejan al patrimonio físico-espacial se suma, en esta especial parte del mismo, la particularidad de actuar sobre composiciones en las que habitualmente un número importante de sus elementos integrantes son de naturaleza biológica y en consecuencia, cumplen sus ciclos naturales en plazos notablemente acotados en relación a aquellos propios del material arquitectónico. Estos problemas de mantenimiento, originados en parte en la falta de continuidad en la asignación de recursos económicos, se acentúan especialmente en los diseños históricos en los que no se contemplaban de forma habitual las características ecológicas del sitio. (Párrafo extraído a modo de resumen)