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  • Tesis de doctorado
    Acceso Abierto
    Evolución petrogenética del basamento ígneo-metamórfico de la Isla Martín García, Cratón del Río de la Plata, provincia de Buenos Aires
    (2022) Benítez, Manuela E.
    El Complejo Martín García (CMG) comprende rocas de basamento cristalino que afloran en una pequeña isla (~2 km2) denominada Isla Martín García (Estuario Río de la Plata, Argentina). El CMG incluye ortogneises (~2119±15 Ma), granitoides (~2100±12 Ma), gabros hornbléndicos (entre 2060- 1725 Ma) y olivínicos (1392-1193 Ma), peridotitas (~514 Ma) y diques intermedio-ácidos (~1870 Ma) y básicos. Las unidades litológicas intermedio-ácidas del CMG registran dos eventos metamórficos acompañados de deformación dúctil: M1-D1 (S1) y M2-D2 (S2), cuyas foliaciones son coaxiales y de orientación general NO-SE. La S1 representa la fábrica metamórfica principal de los ortogneises, mientras que el episodio D2 está vinculado con el desarrollo de la foliación de tipo milonítica (S2), que afecta tanto a los ortogneises y granitoides como a los gabros y rocas filonianas. El evento metamórfico M2 tendría una edad neoproterozoica (673-591 Ma). Por último, y de carácter frágil-dúctil, se desarrolló un episodio de deformación de baja temperatura, D3. La unidad ultrabásica solo está afectada por el episodio D3. El basamento en su conjunto ha sido exhumado entre el Ordovícico y el Jurásico Inferior. El magmatismo (subalcalino y de alta fO2) asociado a los ortogneises está representado por tonalitas magnesianas, calcoalcalinas y metaluminosas. Características químicas similares a las de los ortogneises son registradas en los granitoides, representados por granodioritas y granitos de naturaleza magnesiana, calcoalcalina y metaluminosa. Ambas unidades son compatibles con granitoides tipo cordillerano formados en un contexto de arco magmático. Los protolitos ígneos de los ortogneises cristalizaron a condiciones de ~710º C y 10,5 kbar (~36 km de profundidad) mientras que los granitoides lo hicieron a ~665ºC y ~6,5 kbar (~24 km). El magmatismo asociado a los ortogneises es compatible con la fusión parcial de una fuente de tipo TTG o basáltica pobre en K a profundidades y temperaturas de la estabilidad del granate. Las condiciones de fusión de la fuente de este magmatismo habrían alcanzado temperaturas de ~906-965º C, vinculadas a procesos de alta temperatura (“granitos calientes”). Los granitoides resultaron de la fusión parcial de los ortogneises, heredando características geoquímicas tales como los altos contenidos de LREE y relaciones Sr/Y y La/Yb. La fusión de ortogneises y generación de granitoides está asociada a procesos de anatexis durante el evento M1 (~705-768ºC y 6-7 kbar). El magmatismo básico en general muestra características químicas de arco. Los gabros hornbléndicos tienen signatura subalcalina y alta fO2, de origen mantélico y contaminación cortical. Los gabros olivínicos cristalizaron en condiciones de ~1200º C y 5 kbar y presentan texturas coroníticas, asociadas a reequilibrio en presencia de fundido y en condiciones subsólidas. Este magmatismo está vinculado a fuentes piroxeníticas relacionadas a un manto metasomatizado, que ha cristalizado a profundidades bajas a moderadas. La peridotita exhibe texturas cumulares de características geoquímicas transicionales entre MORB y OIB, afines a una fuente piroxenítica asociada con un manto metasomatizado a baja presión (<5 kbar), en consistencia con la presencia de plagioclasa. La señal isotópica del εNd (+0,1 a 514 Ma) sugiere contaminación cortical y una fuente mantélica con TDM de 1175 Ma. Estos valores son consistentes con edades modelo en el sistema Lu-Hf, εHf(t)= –8/–5 para el rango de ~520-503 Ma, con TDM calculadas de 1800-1600 Ma. La contaminación cortical propuesta para estos magmas podría descartar un origen ofiolítico para los mismos. Las condiciones calculadas para la cristalización de estos magmas ultrabásicos es de ~1200º C y 5 kbar. Las peridotitas son geodinámicamente compatibles con procesos asociados a la evolución del manto litosférico en ambientes extensionales. Los eventos paleoproterozoicos registrados en las unidades intermedio-ácida (~2130-2090 Ma) y gabros hornbléndicos (post-M1, ~2060-1725 Ma) se asocian a la Orogenia Transamazoniana (2085-1600 Ma; o Transplatense), y serían consistentes con un contexto sincolisional (granitoides) a tardío (gabros). El magmatismo asociado a los ortogneises se relacionaría con el contexto de subducción entre los terrenos Buenos Aires-Piedra Alta y El Cortijo, mientras que los granitoides coincidirían con la etapa colisional del arco y desarrollo sincrónico del evento M1. Los gabros hornbléndicos son correlacionables con la suite básica del Terreno Piedra Alta. El evento mesoproterozoico (1393-1193 Ma) estaría asociado a un contexto de arco. El evento neoproterozoico M2-D2 coincide con la orogenia Brasiliana, bien documentada al este de Uruguay y sureste de Brasil.
  • Tesis de doctorado
    Acceso Abierto
    Geología y génesis de los depósitos barítico-polimetálicos (Ba-Fe-Pb-Cu-Zn-Mn) del área de Colipilli, sector centro-occidental de la Cuenca Neuquina
    (2017) Salvioli, Melisa
    En el sector centro-occidental de la provincia del Neuquén, en la región de Colipilli, se sitúa un conjunto de mineralizaciones barítico-polimetálicas asociadas esencialmente a la secuencia sedimentaria del Cretácico Temprano. Forma parte de una amplia provincia metalogenética que se extiende desde el río Diamante, en la provincia de Mendoza, hasta el sur del Neuquén. El esquema estratigráfico regional del área investigada presenta una sucesión sedimentaria que va desde el Jurásico Tardío al Cretácico Temprano donde se pueden distinguir fundamentalmente unidades que conforman una alternancia de ciclos sedimentarios marinos y continentales. La sucesión se inicia con el Grupo Mendoza integrado por las Formaciones Vaca Muerta (pelitas y calizas marinas, Tithoniano-Valanginiano Temprano), Mulichinco (areniscas marino-continentales, Valanginiano) y Agrio (Valanginiano Temprano-Barremiano); esta última constituida por los Miembros Pilmatué (pelitas y calizas marinas), Avilé (areniscas continentales) y Agua de la Mula (pelitas y calizas marinas). Por encima, continúa la secuencia eocretácica con el Grupo Bajada del Agrio (Grupo Rayoso) integrado por las Formaciones Huitrín (Barremiano-Aptiano) y Rayoso (Albiano-Cenomaniano Inferior). La Formación Huitrín está compuesta por los Miembros Chorreado, Troncoso Inferior, Troncoso Superior, La Tosca y Salina. Estas unidades representan eventos marinos, continentales neríticos y evaporíticos, que trasuntan una compleja historia evolutiva con cambios extremos en las condiciones ambientales. Completa la secuencia cretácica inferior la mencionada Formación Rayoso que agrupa esencialmente areniscas que responden a un ambiente fluvial. Gran desarrollo presenta en el área el magmatismo diorítico-andesítico del Cretácico Tardío-Paleoceno denominado Grupo Naunauco. En él, se destacan netamente dos facies: una plutónica, la Formación Colipilli, constituida por cuerpos hipabisales tales como diques, filones capa y stocks, y la facies volcánica, representada por las lavas andesíticas de la Formación Cayanta. Todo el conjunto ha sido sometido a una fuerte tectónica compresional que ha generado la Faja Plegada y Corrida del Agrio (FPyCA) asociada a corrimientos y plegamientos, de rumbo general N-S y que se caracteriza por presentar una historia de deformación multiepisódica conformándose dos zonas: una externa, donde las estructuras son principalmente de “piel fina” y una zona interna con predominio de estructuras de “piel gruesa” producto de la inversión del basamento. El Grupo Naunauco representa un magmatismo calco-alcalino, asociado a un ambiente de arco magmático continental que se generó en niveles de emplazamiento somero con aureolas de contacto de muy escaso desarrollo. Las mineralizaciones barítico-polimetálicas asociadas a la secuencia Cretácica Temprano del área de Colipilli involucran elementos metalotécticos que han sido determinantes para la formación de los depósitos. Por un lado presentan un fuerte control litoestratigráfico, vinculado a facies carbonáticas y a silicoclásticas del Cretácico Temprano, y por otro, un control estructural producto de los distintos eventos de deformación que sufrió la secuencia sedimentaria mesozoica. La mineralización barítico-polimetálica se aloja mayoritariamente en las facies carbonáticas de tipo grainstone oolítico y mudstone del Miembro Chorreado, en las arenosas finas silicoclásticas pertenecientes al Miembro Troncoso Inferior y carbonáticas de tipo boundstone desarrolladas en el Miembro Troncoso Superior de la Formación Huitrín. Dichas litologías son porosas y permeables, por lo que constituyeron canales muy propicios para la circulación de los fluidos mineralizantes. Por otra parte, las yacencias vetiformes afectan a las Formaciones Vaca Muerta, Mulichinco y Agrio como así también a las magmatitas del Grupo Naunauco, en especial en las superficies de discontinuidad existentes entre éstas y las sedimentitas. Los depósitos minerales se muestran esencialmente de dos maneras: 1) mantos y vetas estratiformes, encajados mayoritariamente en unidades correspondientes a la Formación Huitrín. La mineralogía predominante consiste en baritina, con textura cebrada y/o brechosa, y en menor proporción óxidos-hidróxidos de hierro con sulfuros de Pb subordinados. Por otra parte, emplazados en horizontes calcáreos finos del Miembro Chorreado de la Formación Huitrín se presentan niveles mantiformes de magnetita. 2) Vetas discordantes que rellenan fracturas y zonas de brechamiento que se alojan en las sedimentitas de las Formaciones Vaca Muerta, Mulichinco, Agrio y Huitrín y en las diorito-andesitas de la Formación Colipilli. La paragénesis mineral está representada mayoritariamente por baritina espática, de grano grueso acompañada de óxidos-hidróxidos de hierro con proporciones minoritarias de galena, y en sectores restringidos, como en mina San Eduardo, por esfalerita, calcopirita, tetraedrita y pirita. Los depósitos minerales estudiados, fueron a su vez agrupados desde el punto de vista paragenético en: 1) mineralizaciones de baritina con sulfuros, 2) mineralizaciones de óxidos de hierro, donde los procesos mineralizantes predominantes fueron relleno y reemplazo, respectivamente. El primer grupo de mineralizaciones se distribuye fundamentalmente en tres sectores: a) área de las minas San Eduardo y La Bienvenida, b) área de las minas La Bruja y Julio César y c) área de las minas Carlita-La Esperanza. Las mineralizaciones de óxidos de hierro estudiadas fueron mina Augusta y un depósito de Fe situado en el cerro Naunauco, cercano a la mina Manuel Belgrano. En ambos casos la mena está representada por magnetita. Los procesos de reemplazo metasomático han sido predominantes en ambas mineralizaciones. Las texturas de las mineralizaciones barítico-polimetálicas están representadas esencialmente por dos morfologías bien diferenciadas: textura cebrada y textura brechosa, ésta última desarrollada en varias fases. Por su parte en las mineralizaciones de hierro, la textura predominante es la maciza. Es de señalar, que en mina Augusta se produjo el hallazgo de magnetita laminar, mushketovita, que representa la segunda mención de esta variedad pseudomórfica de magnetita en Argentina. Los análisis mineraloquímicos por microsonda electrónica revelaron que las baritinas de las diferentes localidades y yacencias del área de Colipilli conforman un conjunto mineral homogéneo con una marcada aproximación al extremo de Ba de la serie isomorfa, siendo clasificadas como baritinas s.s y celestobaritinas. Los contenidos de BaO fluctúan entre 61,46 y 67,30% en peso, los de SrO entre 0,11 y 3,59% en peso y de CaO entre 0 y 0,10% en peso. Se observa en los contenidos de Sr una cierta tendencia a disminuir en las morfologías vetiformes respecto de las estratiformes. Los sulfuros analizados revelan en general valores normales, destacándose el bajo contenido de Fe en muchos de los granos de esfalerita analizados. Los estudios microtermométricos de inclusiones fluidas realizados en esquirlas de cristales de baritina permitieron reconocer que se clasifican en monofásicas de tipo L (líquido) y bifásicas de tipo L+B (burbuja) y L+S (sólido), y minoritariamente multifásicas L+B+S, L+B+S1+S2, S1+S2+S3, en tamaños de entre 20 y 30 μm hasta 50 μm. El análisis por fluorescencia de luz ultravioleta posibilitó reconocer la presencia de hidrocarburos, del tipo ciclohexano, y en algunos casos muy posiblemente metano. En las yacencias estratiformes, durante el calentamiento de las inclusiones bifásicas, la gran mayoría de las burbujas mostraron un movimiento browniano y homogeneizaron a líquido entre 156,2° y 176,0°C, con un valor promedio de 162,2°C. Por su parte, en las morfologías vetiformes las temperaturas de homogeneización variaron entre 163,0° y 280,6°C, con un valor promedio de 241°C. Las salinidades calculadas fueron entre 0,2 y 7,2%, y entre 0,5 y 8,3% en peso equiv. de NaCl para las IF de mantos y vetas, respectivamente. Los estudios de isótopos estables en S y O fueron ejecutados en baritinas, sulfuros y magnetitas. Los valores isotópicos de δ18OSMOW y δ34SCDT en baritina se encuentran entre +10,4‰ y +17,0‰ y entre +15,3‰ y +23,4‰, respectivamente, mientras que las determinaciones isotópicas realizadas en galena arrojaron valores marcadamente negativos de δ34SCDT entre -10,6‰ y -18,6‰, sin encontrarse grandes diferencias entre las yacencias mantiformes y las vetiformes. Los valores δ18OSMOW de las magnetitas de rocas ígneas varían entre un mínimo de 3,3 y un máximo de 6,4. Diferentes son los valores determinados en las mineralizaciones de Fe, Augusta y Naunauco, que alcanzaron a 2,9 y 9,1, respectivamente. Finalmente, respecto del modelo genético al cual se ha arribado en la presente investigación se puede sostener que en la región de Colipilli se ha implantado un significativo conjunto de sistemas hidrotermales con abundancia de Ba y metales subordinados (Pb-Fe-Zn-Cu) vinculados espacialmente a la extendida secuencia eocretácica y a destacados cuerpos intrusivos cretácico-terciarios. El estudio metalogenético de las mineralizaciones permitió considerar y establecer que la formación de los depósitos minerales estuvo acompañada inicialmente por la circulación de fluidos hidrotermales (aguas formacionales calentadas), la migración-expulsión de hidrocarburos y una actividad tectonomagmática que afectó el área de Colipilli. Las características estratigráficas, mineralógicas y texturales de los depósitos en el sector de mina La Bienvenida, son similares a los depósitos MVT subtipo Laisvall, mientras que los rasgos geológicos observados en las mineralizaciones estratiformes de mina San Eduardo parecen asimilarse a una tipología MVT al estilo de los depósitos del Noreste de México. Por otra parte, las sucesivas reactivaciones estructurales, desarrollaron un ambiente favorable para la removilización de las mineralizaciones y la formación de depósitos vetiformes que se alojaron en discontinuidades estratigráficas y en fajas de cizalla con la generación de estructuras brechosas y en mucha menor medida bandeadas. La fuente de procedencia del Ba muy posiblemente estuvo vinculada a la lixiviación de la pila sedimentaria en especial de las unidades silicoclásticas de las formaciones continentales con feldespatos en rocas tipo “red beds”. Las secuencias evaporíticas podrían haber sido la fuente de salmueras sulfuradas capaces de transportar los elementos metálicos (hierro, plomo, cobre) y proveer el azufre. Las pelitas negras tipo “black shales” pudieron convertirse en la fuente con contenidos anómalos de metales. La fase de deformación de la FPyCA ocurrida durante el Mioceno puede ser que haya favorecido la reactivación de estructuras mineralizadas y los nuevos pulsos de la actividad ígnea (magmatismo Huantraico) haber propiciado un nuevo episodio de removilización y relleno de los depósitos minerales de la región de Colipilli.
  • Tesis de doctorado
    Acceso Abierto
    Geología y geoquímica del skarn San Miguel, sistema de Tandilia, provincia de Buenos Aires
    (2015) Lajoinie, María Florencia
    En el área de San Miguel (37°33'27" - 37°36'13" S y 59°20'34"- 59°24'52"0) afloran rocas metamórficas e ígneas pertenecientes al basamento de las Sierras Septentrionales de la provincia de Buenos Aires denominado Complejo Buenos Aires. Las metamorfitas consisten en: gneises biotíticos migmático, migmatitas, xenolitos de anfibolitas y mármoles a los cuales se asocia la presencia de un skarn (skarn San Miguel). Las rocas ígneas están representadas por un cuerpo granítico, fuertemente metamorfizado, que constituye el Cerro Guacho, un cuerpo de composición tonalítica que aflora en el casco de la Estancia San Miguel y en el cerro Los Angelitos (Ea. Siempre Verde) y diversos diques de naturaleza tanto ácida como intermedio-básica. En la presente Tesis Doctoral se exponen los resultados de los estudios y análisis realizados sobre los tipos litológicos antes mencionados, enfocados particularmente a definir la génesis del skarn San Miguel.