Abstract:
España es un caso singular por su ubicación geográfica y su desarrollo histórico poblado de razas y antiguas
culturas conquistadoras de las costas del Mediterráneo. En ella se han enhebrado y fundido distintos rasgos cuyo
reflejo ha trascendido al arte de los jardines. En la Argentina, joven heredera, la transmisión de esta esencia ha
sido escasa en ejemplos de gran magnitud si la comparamos con la amplia presencia temporal y espacial de otros
modelos. Sin embargo, el origen mayoritario de nuestra inmigración encuentra acabado reflejo de su espíritu
antecedente en algunos jardines históricos y en los patios de vivienda, cuya pertenencia física y filosófica, aunque
bien nuestra, continúa las líneas de la cultura hispana que se enriquece con nuestra propia historia y ha conformado
junto a otras nuestra simiente.
Los jardines ligados a la vivienda son los de mayor proyección universal en el tiempo. La reelaboración del
equilibrio de la ciudad y de su espacio verde público no puede desconocer la presencia histórica del patio, que ha
favorecido la vida íntima frente al caos de la ciudad del fin del milenio, y cuya rehabilitación a nivel privado o
como espacio semipúblico en los casos que se los refuncionalice, por ejemplo como museos o centros culturales,
permite a partir de una escala recoleta recuperar un espacio antecedente propio de nuestra cultura