Resumen
El pintado de un barco tiene como objetivo fundamental protegerlo contra la acción agresiva del medio marino. Esta acción agresiva, cuando la embarcación está construida en acero, se traduce en la aparición de óxido (herrumbre), primero bajo la forma de zonas atacadas de relativamente poca superficie, pasando luego a un deterioro pronunciado que en algunas partes (por ejemplo la zona sumergida del casco) puede conducir a una perforación de las chapas, lo que obliga a su reposición. En consecuencia la premisa fundamental es elegir para este objeto tas pinturas de mejores características, que aseguren una prolongada durabilidad en servicio. Para lograr dicho objetivo es necesario conocer algunos aspectos del mecanismo por el cual las pinturas protegen contra la corrosión.