Resumen
Si el viaje al futuro o al pasado es posible, es porque, en algún sentido, el pasado y el futuro existen. De no ser así no habría dónde viajar. Esto, sin dudas, tiene implicaciones filosó- ficas profundas. ¿Dónde está el niño que fui a los 6 años? ¿Cómo puedo afirmar que ese niño es la misma persona que quien escribe estas líneas, si casi todas sus propiedades son diferentes? Las respuestas a estas preguntas y otras similares están en el concepto mismo de espacio-tiempo, que matemáticamente se representa por medio de una variedad diferenciable 4-dimensional, esto es, un conjunto de puntos que pueden representarse por medio de 4 números reales y sobre los cuales puede establecerse como cambian los valores de cualquier función sobre variaciones muy pequeñas, ‘infinitesimales’, de los valores de las variables numéricas. Los puntos de la variedad representan los eventos o sucesos que ocurren a las cosas que forman el universo. La teoría general de la relatividad postula una variedad única para el espacio-tiempo. Esto significa que los eventos se consideran dados. A esto se le suele llamar determinismo ontológico, que no debe confundirse con el determinismo epistemológico, o capacidad de predecir de una teoría. Si los eventos son fijos, la respuesta a la pregunta “dónde está el autor de este libro a los 6 años de edad” es simplemente “está en la ciudad de La Plata, Argentina, en el año 1970”. Cada evento o sucesión de eventos está fija en el espacio-tiempo. Decir que alguien ha nacido, vivido y muerto, es simplemente decir que su existencia está confinada entre tal y tal fecha y en tal región espacial.