Revoques simil piedra: pautas para su conservación y restauración
Resumen
Durante décadas las fachadas y ciertos interiores de muchos de las construcciones que se erigieron en Buenos Aires y en la región, fueron recubiertas con revoques aparentes que imitaban revestimientos naturales. En muchos casos estaban destinados a completar -en altura- los zócalos o basamentos en cuya terminación sí se empleaban rocas ornamentales (mármoles, granitos). Ese revoque, conocido como símil piedra, cuyo uso con algunas variantes se ha extendido desde fines del Siglo XIX hasta nuestro días, ha tenido –y tiene- características tales que lo han convertido en un material significativo en la conformación de la imagen arquitectónica. Lamentablemente, el revoque se trata como un tema menor dentro de la problemática del manejo y conservación del edificio. No se considera que cualquier decisión que se tome a la hora de intervenirlo habrá de repercutir, tarde o temprano, sobre la salud y el futuro de la construcción y de sus ocupantes. Así, el 90 % de la destrucción de los símil-piedra se da actualmente como consecuencia de las intervenciones erróneas, cuyo resultado es absolutamente negativo, no solo si se lo mide en cuanto a las consecuencias estéticas y materiales, sino también en términos económicos. En este marco, los especialistas podemos contribuir de un modo efectivo a salvaguardar el símil-piedra, un clásico de nuestra arquitectura que hoy parece condenado a la extinción.