Las deficiencias de micronutrientes y su repercusión en Salud Pública
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Resumen
El impacto de la malnutrición de micronutrientes aparece en edades tempranas: lleva al retraso crónico del crecimiento, disminución de las capacidades cognitivas, letargia y pobre atención, y mayor tasa y severidad de infecciones. Este efecto limita el progreso educacional, la capacidad de trabajo físico y la expectativa de vida. La carencia de algunos nutrientes específicos, que no se manifiestan con signos de desnutrición constituyen lo que se ha denominado desnutrición oculta y existe en amplios sectores de la población con relativa independencia del estado nutricional y de la situación socio económica. La desnutrición oculta no es el resultado de un aporte insuficiente de energía y proteínas, sino la consecuencia de una alimentación inadecuada, no diversificada, marginal con relación a algún nutriente, lo cual determina que las reservas corporales resulten insuficientes para afrontar los esfuerzos de crecimiento, del embarazo, de la lactancia o de una infección. Estas deficiencias, que no pueden ser detectadas por la antropometría, pueden tener consecuencias de importancia para el presente o el futuro de los niños que la padecen. Por lo tanto la ingesta de cantidades adecuadas de micronutrientes es crítica en las etapas de mayores requerimientos. Dado la alta variabilidad de la prevalencia de deficiencia de micronutrientes condicionada por hábitos alimentarios, disponibilidad de alimentos, situación socio-económica, tradiciones culturales y religiosas, es necesario conocer las características regionales de las deficiencias para la posterior implementación de programas específicos tendientes a dar respuestas apropiadas a las mismas, como fue propuesto por países que realizaron un diagnóstico adecuado. (Párrafo extraído del texto a modo de resumen)