El Etnógrafo: cenizas de un incendio entre arte y ciencia
Resumen
Existen, por tanto, variados puntos de tensión a partir de los cuales podemos preguntarnos: ¿cuáles son las tendencias estéticas y los lineamientos teóricos que caracterizan los audiovisuales para la divulgación científica?, ¿qué es específico de este discurso?, ¿se trata de un discurso científico simplificado o estamos ante un nuevo tipo de enunciado que se vale de un corpus propio?, ¿cuáles son los factores que nos permiten delimitar este vasto campo?. Ahora bien, qué sucede cuando nos acercamos a audiovisuales que problematizan la conjunción entre arte y ciencia de modo más solapado; aquellos que nos aproximan a los interrogantes mencionados de modo indirecto; qué recursos estéticos se articulan en pos de un relato que aplica un tratamiento tangencial sobre contenidos científicos; a qué sensibilidades perceptivas apelan este tipo de discursos; qué “ventanas” encuentran estas narrativas. Para poder dar abordaje a este ejido de arte y ciencia, me propongo analizar la experiencia de El etnógrafo (Ulises Rosell, 2012). El germen de dicha película fue la investigación de campo y realización de algunos capítulos de la serie Pueblos Originarios (2009), producida para y emitida por Canal Encuentro, guionados y dirigidos por el mismo realizador. De esta serie, el capítulo Wichí: Culturas distantes, es el que aproxima uno de los sucesos fundamentales del relato del mencionado filme.