Ladrillos y ticholos en el Montevideo del siglo XIX
Resumen
El empleo de materiales cerámicos tradicionales, macizos y huecos, tomados con morteros de arena y cal, constituye una constante en el desarrollo edilicio de Montevideo desde su fundación en 1724. La disponibilidad de abundantes recursos naturales en tierras arcillosas, arena y piedra caliza de buena calidad, contribuyó a su amplia aplicación en cimientos, muros, entrepisos, cubiertas y escaleras, promoviendo la instalación en la ciudad y zonas periféricas de numerosos hornos de ladrillos y caleras. A pesar de la extensa e intensa aplicación a lo largo de la historia del patrimonio construido de Montevideo, existen escasas referencias relativas a las propiedades de estos materiales y su evolución, en relación a los componentes constructivos que oportunamente conformaron. Los permisos de construcción datados entre 1882 y 1900, conservados en el Archivo de la Ciudad, constituyen en este sentido documentos de gran valor, al contener información básica acerca de los diferentes tipos de mampuestos, sus dimensiones y designaciones, origen, aparejos, espesores de muros, disposición en entrepisos y cubiertas. En este trabajo se presenta el análisis de estos permisos y se establecen correlaciones con la realidad material de edificios del periodo considerado, esperando con ello contribuir al mejor conocimiento y más justa valoración del patrimonio cerámico de Montevideo del siglo XIX.